Acabo de llegar de mis vacaciones (bueno la semana pasada), he ahí el motivo de mi desaparición repentina. Además que pasé una semana a full con la pega antes de salir para dejar todo ordenado.
Y bueno, me escapé una semana a Cancún, ni mas ni menos. Bien lejos me fui para aprovechar de tomar sol. Necesitaba urgente tomar vacaciones a mitad de año, y el tiempo estaba muy malo acá como para quedarme. Pensé en Santiago pero sé que en invierno igual es rehelado allá (comprobado al regreso). La otra idea era ir a Buenos Aires pero me tincó que igual no debe haber mucha calor allá. Así ya no más. Busqué un paquete (turístico, claro) y nos fuimos a Cancún. Nos fuimos, porque obvio que no me fui solo.
Lo pasé la raja. Acá les cuento el resumen de lo que fue:
1. EL HOTEL. Me alojé en un hotel topisimo... bueno no era el mas top, pero por ahí andaba la cosa. Además como mi programa era todo incluido (comidas, tragos, transporte aeropuerto, propinas, etc) me trataron como rey; no tuve que preocuparme de nada estando adentro, por lo que es la primera ves que realmente descanso en una vacación.
El hotel tenía 4 restaurantes, uno de ellos con tenedor libre (desayuno, almuerzo y cena), por lo que me rajé comiendo. Con un poco de moderación, claro.
2. Los tours. Tomé dos tours. Hice uno de un submarino para visitar los arrecifes de coral y otro para visitar Chichén Itzá. El del submarino estuvo mas o menos, porque sí, vimos algunos peces, pero nunca tanto. Estaban todos flojos al parecer. Ni hablar de lo tiburones. Ni su sombra. Ah, vi manta rayas; algo es algo. Pero lo que fue la visita a Chichén Itza; espectacular. Podría estar hablando un montón acá. Realmente impresionante.
Ah como anécdota, han de saber que sufro de "pajarofobia". Me dan mucho nervio los pájaros, sobretodo las palomas y gallinas. Cuando fuimos a lo del submarino (en Acuaworld) nos llevaron frente a un timón para sacarnos la foto de bienvenida. La famosa foto consistía en tomar un timón y sobre nuestros brazos nos colocaron una cacatúa a cada uno. Casi me da una pataleta cuando veo que me traen el pajarraco, pero salió todo bien por suerte (su pata era suavísima) y la foto salio muy linda. Tanto que hasta parece foto montaje.
3. El Carrete: salimos solo dos días. Fuimos a conocer las dos discos gay de Cancún que están ubicadas en el centro. Pues nada del otro mundo. Para ser Cancún, podrían haber sido mejores. Aparte que, no es que uno sea medio beodo, pero los tragos eran muy suaves. Y cuando digo muy suaves, es que en realidad mas conveniente resultaba tomarse una cerveza que tomar un ron-cola. De todas formas, algo me dice que erramos en nuestra dirección y debimos haber ido a las discos de la zona hotelera.
4. La Playa: Espectacular. El hotel en que nos quedamos tenía acceso a la playa. Igual había piscina, pero como ninguno de los dos sabe nadar, preferíamos irnos a la playa para meternos en el mar, aprovechando que en la orilla no era profundo. El agua increíble, calentita. Lo malo fue que como no sabemos nadar, nos perdimos de los juegos acuático, cuek!
5. El Clima: Un calor salvaje y mucha humedad (cuando salía de la habitación al balcón, se me empañaban los lentes. Nos tocó relativamente nublado. A eso de las 4 de la tarde ya se nublaba y el sol no pegaba tan fuerte. Ojo que a las 8 de la mañana la gente ya estaba tomando sol por ya estaba como para achicharrarse. Hablando de achicharrarse, igual me quemé heavy la espalda un dia en que estaba nublado. Había salido del agua y me volvi a colocar bronceador pero en la espalda me quedó "al lote". Y en eso que se despejó por 5 minutos, con un sol incandescente, que bastaron para asarme. A pesar de este percance, igual tomé un color bonito de bronceado, jejeje.
6. Los Turistas: esta es la parte de la que no debería hablar, pero que le vamos a hacer. Recree la vista hasta quedar tuerto. Mucho mino de gym. Terrible. Habíamos averiguado que Cancun es lo menos mexicano que puede haber: comprobado, mas parcía que estábamos en Miami, porque había demasiado gringo. Aparte de la gente que trabajaba en el hotel, todo el mundo hablaba inglés. Si hasta los artesanos que entraron un día a vender chucherias hablaba igual. Quedé plop, así que estoy decidido, aparte de aprender a nadar, me voy a hacer un curso de ingles igual. A pesar que con mi curso de mimíca igual me pude comunicar lo mas bien.
7. Al Tiro: Al principio, la gente del hotel no sabían de donde veníamos. Me imagino que por el acento, ya que acá en Punta Arenas, hablamos con un acento diferente al del resto del país (es más "cantadito"). Pero cuando nos escuchaban decir "al tiro", ahí se daban cuenta en seguida que eramos chilenos. Y es que en realidad la frase "al tiro" es 100% chilena. Al tiempo, todo el hotel al parecer se enteró que éramos chilenos, con decir que en los restaurantes nos servían vino chileno.
Y este fue mi resumen de las vacaciones. De ahí vino el regreso hasta Santiago donde pasamos algunos días, muertos de frío. Ohhh que helado que estaba. Si más calor parece que había acá en Punta Arenas. En fin, ahora ya retomando la rutina. A diferencia de años anteriores, en donde decía que el año empezaba terminadas las vacaciones, en este no puedo decir lo mismo si ya estamos en agosto, por lo que tomé este viajecito como un paréntesis, y a programar las vacaciones de febrero. En el hemisferio sur obviamente.
Y bueno, me escapé una semana a Cancún, ni mas ni menos. Bien lejos me fui para aprovechar de tomar sol. Necesitaba urgente tomar vacaciones a mitad de año, y el tiempo estaba muy malo acá como para quedarme. Pensé en Santiago pero sé que en invierno igual es rehelado allá (comprobado al regreso). La otra idea era ir a Buenos Aires pero me tincó que igual no debe haber mucha calor allá. Así ya no más. Busqué un paquete (turístico, claro) y nos fuimos a Cancún. Nos fuimos, porque obvio que no me fui solo.
Lo pasé la raja. Acá les cuento el resumen de lo que fue:
1. EL HOTEL. Me alojé en un hotel topisimo... bueno no era el mas top, pero por ahí andaba la cosa. Además como mi programa era todo incluido (comidas, tragos, transporte aeropuerto, propinas, etc) me trataron como rey; no tuve que preocuparme de nada estando adentro, por lo que es la primera ves que realmente descanso en una vacación.
El hotel tenía 4 restaurantes, uno de ellos con tenedor libre (desayuno, almuerzo y cena), por lo que me rajé comiendo. Con un poco de moderación, claro.
2. Los tours. Tomé dos tours. Hice uno de un submarino para visitar los arrecifes de coral y otro para visitar Chichén Itzá. El del submarino estuvo mas o menos, porque sí, vimos algunos peces, pero nunca tanto. Estaban todos flojos al parecer. Ni hablar de lo tiburones. Ni su sombra. Ah, vi manta rayas; algo es algo. Pero lo que fue la visita a Chichén Itza; espectacular. Podría estar hablando un montón acá. Realmente impresionante.
Ah como anécdota, han de saber que sufro de "pajarofobia". Me dan mucho nervio los pájaros, sobretodo las palomas y gallinas. Cuando fuimos a lo del submarino (en Acuaworld) nos llevaron frente a un timón para sacarnos la foto de bienvenida. La famosa foto consistía en tomar un timón y sobre nuestros brazos nos colocaron una cacatúa a cada uno. Casi me da una pataleta cuando veo que me traen el pajarraco, pero salió todo bien por suerte (su pata era suavísima) y la foto salio muy linda. Tanto que hasta parece foto montaje.
3. El Carrete: salimos solo dos días. Fuimos a conocer las dos discos gay de Cancún que están ubicadas en el centro. Pues nada del otro mundo. Para ser Cancún, podrían haber sido mejores. Aparte que, no es que uno sea medio beodo, pero los tragos eran muy suaves. Y cuando digo muy suaves, es que en realidad mas conveniente resultaba tomarse una cerveza que tomar un ron-cola. De todas formas, algo me dice que erramos en nuestra dirección y debimos haber ido a las discos de la zona hotelera.
4. La Playa: Espectacular. El hotel en que nos quedamos tenía acceso a la playa. Igual había piscina, pero como ninguno de los dos sabe nadar, preferíamos irnos a la playa para meternos en el mar, aprovechando que en la orilla no era profundo. El agua increíble, calentita. Lo malo fue que como no sabemos nadar, nos perdimos de los juegos acuático, cuek!
5. El Clima: Un calor salvaje y mucha humedad (cuando salía de la habitación al balcón, se me empañaban los lentes. Nos tocó relativamente nublado. A eso de las 4 de la tarde ya se nublaba y el sol no pegaba tan fuerte. Ojo que a las 8 de la mañana la gente ya estaba tomando sol por ya estaba como para achicharrarse. Hablando de achicharrarse, igual me quemé heavy la espalda un dia en que estaba nublado. Había salido del agua y me volvi a colocar bronceador pero en la espalda me quedó "al lote". Y en eso que se despejó por 5 minutos, con un sol incandescente, que bastaron para asarme. A pesar de este percance, igual tomé un color bonito de bronceado, jejeje.
6. Los Turistas: esta es la parte de la que no debería hablar, pero que le vamos a hacer. Recree la vista hasta quedar tuerto. Mucho mino de gym. Terrible. Habíamos averiguado que Cancun es lo menos mexicano que puede haber: comprobado, mas parcía que estábamos en Miami, porque había demasiado gringo. Aparte de la gente que trabajaba en el hotel, todo el mundo hablaba inglés. Si hasta los artesanos que entraron un día a vender chucherias hablaba igual. Quedé plop, así que estoy decidido, aparte de aprender a nadar, me voy a hacer un curso de ingles igual. A pesar que con mi curso de mimíca igual me pude comunicar lo mas bien.
7. Al Tiro: Al principio, la gente del hotel no sabían de donde veníamos. Me imagino que por el acento, ya que acá en Punta Arenas, hablamos con un acento diferente al del resto del país (es más "cantadito"). Pero cuando nos escuchaban decir "al tiro", ahí se daban cuenta en seguida que eramos chilenos. Y es que en realidad la frase "al tiro" es 100% chilena. Al tiempo, todo el hotel al parecer se enteró que éramos chilenos, con decir que en los restaurantes nos servían vino chileno.
Y este fue mi resumen de las vacaciones. De ahí vino el regreso hasta Santiago donde pasamos algunos días, muertos de frío. Ohhh que helado que estaba. Si más calor parece que había acá en Punta Arenas. En fin, ahora ya retomando la rutina. A diferencia de años anteriores, en donde decía que el año empezaba terminadas las vacaciones, en este no puedo decir lo mismo si ya estamos en agosto, por lo que tomé este viajecito como un paréntesis, y a programar las vacaciones de febrero. En el hemisferio sur obviamente.