martes, noviembre 01, 2011

Con Visitas

Dentro de las cosas que sucedieron esta última temporada, me vi en “apuros” con una reunión con compañeros del trabajo que se organizó… EN MI CASA!

El asunto es que hay un grupito de personas, al cual también pertenezco por mi simpatía, jeje, en el cual todos nos caemos bien y en cual somos todos amigos. Y es que como sucede en todo trabajo, las relaciones entre todas las personas que trabajan no son de las muy buenas. Típico que entre piso y piso no se llevan bien, o entre departamentos… en fin mucha mala onda por todas partes. Pero estamos nosotros, el grupito de los simpáticos, en el que somos 8 y que cada cierto tiempo nos juntamos a compartir en alguna casa.

De lo que va del año, ya nos habíamos juntados unas dos veces, siendo la última mas menos en Julio. Y bueno, desde esa fecha que se empezó a planear hacer algo en mi casa, ya que todos querían conocerla y además que se supone que yo no tendría ningún problema en invitarlos porque “soy soltero”.

Por mi parte, yo encantado de que vayan, pero el problema era que hago con Iván. Ahí me anduve haciendo el tonto para sacarle el quite pero ya me insistieron tanto que tuve que acceder.

Lo que me complicaba bastante era el tener que preguntarle a Iván que qué le parecía la idea de invitar a mis compañeros pero que él tuviera que desaparecerse, pero para asombro mío me dijo que le parecía bien, que por último ese día y ya que yo me tendría juntar temprano con ellos, él se podría juntar con los chicos en el quincho de Fabián (siempre lo anda ofreciendo). Pero el asunto se complicó porque ese día, justo Fabian no salió y no había lugar donde pudiera hacer tiempo. Finalmente, todo se vio salvado por otro amigo, Eduardo, que justo estaba cuidando la casa de su abuela.

Por mi parte, la reunión en mi casa salió del todo bien, pero después de todo este embrollo, me di cuenta de que el tema de que la gente crea que soy soltero (y eterno mas encima) me incomoda bastante. Antes me daba lo mismo, como vivía con mis viejos, mi vida privada era mucho más hermética, y no había forma de conocer más allá, cosa que no sucede ahora que vivo en forma independiente. Así que he estado evaluando la posibilidad de contarles, no sé si a todos, pero por lo menos a mis más cercanos.