lunes, septiembre 22, 2008

El 18 en Santiago.

Pucha, otra vez me desaparecí, pero fue por una causa mayor: anduve de vacaciones. Me fui una semana a Santiago aprovechando el feriado largo del 18.

Así que aquí va el resumen:
Esta vez nos quedamos en un hotel que quedara más céntrico. Encontramos uno en cerca del metro del Parque Bustamante. Era un hotel piola pero bonito. Tuvimos la suerte que cuando hicimos la reserva nos dijeron que la única habitación disponible era la matrimonial, así que ni modo, jajaja. Así que verán que regaloneé harto. Lo mas entrete fue que nos llevaban el desayuno a la pieza porque como el hotel no es chiquito, no tenía comedor. Ojo, que eso significaba que a las 10:00 ya teníamos que estar levantados.
Ah. Al frente del hotel, hay una casa donde vive una señora de edad (no es que sea "copuchento" pero la vi por la ventana) y que tiene 3 gatitos. Ahí me quedaba mirando como sus gatos salían a corretear a las palomas… este comentario va porque a Iván y a mí nos gustan mucho. Así que ahí estábamos fascinados con ellos (tanto así que un día les fuimos a hacer cariño).
Como de costumbre, me lo caminé todo. La rutina era salir en la mañana después del desayuno a recorrer por ahí, luego buscar algo para almorzar, y a veces, volver al hotel. De ahí, vuelta a salir hasta la noche. Todo el día caminando. Incluso un día se nos ocurrió subir el Cerro Santa Lucía. Llegamos muertos arriba; ah y en el camino adivinen que nos encontramos… un gato!!! Más lindo.
Salimos poco. Quisimos descansar mas esta vez, además que con todo lo caminado, los pies no nos daban para mucho. Entre otras cosas fuimos a ver a The Ganjas a un bar. Fue como lo más diferente que hicimos. Aprovecho a hacer un comentario aquí, respecto a la luz estroboscópica. Deberían prohibirlas. Me dejan todo aturdido y no puedo bailar bien. O sea, de partida soy medio tieso para bailar, y si a eso le agregamos la famosa luz, la descoordinación que sufro es total.
Cometí un pecado imperdonable. Aún me estoy dando con una piedra aquí en el pecho. Participé en un concurso televisivo. Que bajo que caí. Resulta que veníamos llegando de un local como a las 2:00 de la mañana y antes de dormir prendimos la tele. Y en eso que dicen "mande un mensaje de texto con la palabra (estaba desordenada) y gane 5.000.000". Vimos la palabra y supimos que era "microscópica" y como la tipa de la tele tenía cara de que nadie llamaba, mandamos el mensaje. Bueno nunca me quedó claro si había que mandar mensaje o llamar (lo cual igual hicimos) porque no pasó nada de nada.
Bueno, creo que eso ha sido lo más relevante del viaje. Ojo que también dejé espacio para descansar, olvidarme del trabajo y relajarme. Ah, no fui a ninguna fonda a celebrar al 18 porque está muy caro, y con una empanada o unos cuantos anticuchos no me lleno. Lo que sí, me tomé una cazuela en un local por ahí suuuuuuper rica.
Tengo pendiente la segunda parte del post anterior, con el relato del fin de Holocausto, y además estaba preparando una recomendación musical.

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