Este especial de discos está enfocado al
“retorno de los 90” que no fue. Sí, los discos de Garbage, Marilyn Manson y
Smashing Pumpkins; todo apuntaba a que tendríamos un regreso en el tiempo, al
96’ (qué año, verdad?), con estos grupos que marcaron lo que fue la segunda
mitad de esa década. Pero ahora, el retorno 2012, es otra cosa.
Not Your
Kind of People es el disco de Garbage. Dentro de todos, es
el más decepcionante. Falta esa malicia que tenían en sus discos de los 90’,
los elementos más retorcidos y el ruido y disonancia que le hacían honor al
nombre del grupo. Aquí no hay nada de eso; es más, el disco comienza con un
tema (Automatic Systematic Habit) que no puede estar más de sobreproducido y
que tiene más pinta de que fue hecho pensando en el hit inmediato. Y hablando
de la producción, ésta es pésima. Demasiado ruido, en el sentido de que está
grabado a todo volumen, lo que no permite oír detalles, y en algunos temas, la
voz de Shirley Manson, al contrario, se escucha con muy poco volumen. En temas
como “Big Bright World o Felt”, da la impresión que estuviéramos escuchando un
demo. Las composiciones, no están del todo mal, pero no hay buenas melodías en
general. Lo único destacable es Control, lejos el mejor tema del disco. 3,5/5.
Mejor resultado tiene el Born Villain de
Marilyn Manson. Digamos que es relativamente bueno e interesante. Este disco sí
se parece en algo a los hechos en el período 96’ – 2000. En realidad por ahí
hay cosas que suenan un poco al Antichrist Superstar, al Mechanical Animals y
al Holy Wood. Excelentes temas son “Slo-Mo-Tion” (creo que la más glam de todas),
“Disengaged, Murderers Are Getting Prettier Every Day” y “You’re So Vain”, ésta
última, lejos lo más pop, pegadizo y adictivo que le he escuchado. El resto de
disco está compuesto por un puñado de temas que igual están buenos pero no sobresalientes
como los nombrados anteriormente, y otros tanto que son “ahí no más”
(olvidables). La producción impecable como siempre en sus discos. Tal vez un
buen augurio de lo que podría venir más adelante. 3,75/5.
Y lo mejor para el final. Mejor entre
comillas, porque a pesar que está bastante bien, tampoco me ha convencido del
todo, tanto que me deja en la duda si lo compraría o no. Oceanía es el nuevo
disco de los Smashing Pumpkins. Está claro que jamás volveremos a escuchar un
Siamese Dream o un Mellon Collie nuevamente. El sonido y estilo de los
Smashing, o, digámoslo bien, de Billy Corgan cambió para siempre entrado el
2000 (o el 98’)… A pesar que el disco abre con Quasar, un tema que tiene una
cierta similitud a Cherub Rock, el tema con que abre el Siamese Dream. Y en
realidad, el disco empieza muy bien, totalmente poderoso, cosa que se mantiene
hasta la mitad del disco, hasta el tema 6; con One Diamond, One Heart y Pinwheels
la cosa decae un poco: son dos temas algo insulsos y aburridos. Luego retoma el
vuelo hasta el final, solo el antepenúltimo tema, Inkless decae. Hay muy poco
elementos electrónicos en esta oportunidad, solo algún que otro adorno. La
misma Pinwheels comienza con una secuencia muy interesante, pero es una lástima
que el tema, a la mitad, gire para otro lado. ¿Y las guitarras? Las hay en gran
cantidad, y eso si se agradece. Incluso en algunos temas un poco más lentos
como My Love Is Winter y en The Celestials. Haciendo referencia al disco
solista de Billy Corgan, está Pale Horse, me lo recuerda por las texturas que
tiene. Y el tema que da el nombre al disco, también tiene en las guitarras el
mismo sonido que del Future Embrace. Lo otro destacable, es que la producción,
realizada por Billy Corgan, mejoró considerablemente en relación a lo que fue
el Zeitgeist (2007), a diferencia de éste, aquí sí se cuidó que su voz suene
bien y afinada (en Zeitgeist es un desastre). Está a punto de convencerme para comprarlo. Por ahora le doy un 4,5/5.