martes, julio 24, 2012

Cambio de hábitos.


He sufrido un cambio radical en mi rutina diaria desde la semana pasada. Me inscribí a un curso de ingles a través de una beca que me gané la otra vez. Postulé junto con Iván, pero quedamos en niveles diferentes, él en avanzado (perdóname!!) y yo en… bueno, sigamos con el relato. Ya si tampoco es tan básico, digamos que es un intermedio básico. Por lo mismo, también quedamos en academias y horarios distintos. El asunto es que todo esto del curso, me ha significado una serie de trastornos en mis horarios y rutinas. Tengo clases todos los días de 19:00 a 21:30, por lo que de primera, me vi en la obligación de adelantar el horario del gimnasio; de 17:00 a poco antes de las 19:00. Contando el tiempo que demoro en cambiar cuando llego y salgo, ducharme y comer algo me vi también en la necesidad de acortar la rutina del gym.
Estos cambios me amarran otro más que es fatal para mí: el horario de mi pega, ya que me significa salir antes del trabajo y para ello, obviamente que me significa tener que entrar antes. Lo adelanté de las 9:00 a las 8:00. Terrible, porque ahora tengo una hora menos para dormir. Después del almuerzo mi viene un bajón que ni les cuento. En lo único que pienso es en que llegue el fin de semana para hacer siesta.
Por otro lado, como salgo a las 21:30 del curso, se me atrasa la cena en más de hora y media. Esta es la parte más pesada, porque tengo que llegar a cocinar la cena, ordenar el dormitorio, hacer la cama, atender a la Narah (mi gatita persa) , que significa tener que cepillarle su pelo, limpiarle sus ojos y jugar un rato con ella porque sino me reclama. Termino de cenar y tengo que preparar mi bolso para el gym para el próximo día incluyendo dejar preparado mi merienda de media mañana. Es terrible porque no me queda tiempo para nada. Como le digo a mi compañera de trabajo, no me queda tiempo para mi, si ya a las 12:30 me estoy durmiendo.
Con todo esto, me he puesto a pensar como lo hacen las personas que tienen hijos pequeños. Cómo lo hacen, por ejemplo, las madres solteras. Ufff, es que me saco el sombrero por ellas.

sábado, julio 21, 2012

Discos


Este especial de discos está enfocado al “retorno de los 90” que no fue. Sí, los discos de Garbage, Marilyn Manson y Smashing Pumpkins; todo apuntaba a que tendríamos un regreso en el tiempo, al 96’ (qué año, verdad?), con estos grupos que marcaron lo que fue la segunda mitad de esa década. Pero ahora, el retorno 2012, es otra cosa.
Not Your Kind of People es el disco de Garbage. Dentro de todos, es el más decepcionante. Falta esa malicia que tenían en sus discos de los 90’, los elementos más retorcidos y el ruido y disonancia que le hacían honor al nombre del grupo. Aquí no hay nada de eso; es más, el disco comienza con un tema (Automatic Systematic Habit) que no puede estar más de sobreproducido y que tiene más pinta de que fue hecho pensando en el hit inmediato. Y hablando de la producción, ésta es pésima. Demasiado ruido, en el sentido de que está grabado a todo volumen, lo que no permite oír detalles, y en algunos temas, la voz de Shirley Manson, al contrario, se escucha con muy poco volumen. En temas como “Big Bright World o Felt”, da la impresión que estuviéramos escuchando un demo. Las composiciones, no están del todo mal, pero no hay buenas melodías en general. Lo único destacable es Control, lejos el mejor tema del disco. 3,5/5.
Mejor resultado tiene el Born Villain de Marilyn Manson. Digamos que es relativamente bueno e interesante. Este disco sí se parece en algo a los hechos en el período 96’ – 2000. En realidad por ahí hay cosas que suenan un poco al Antichrist Superstar, al Mechanical Animals y al Holy Wood. Excelentes temas son “Slo-Mo-Tion” (creo que la más glam de todas), “Disengaged, Murderers Are Getting Prettier Every Day” y “You’re So Vain”, ésta última, lejos lo más pop, pegadizo y adictivo que le he escuchado. El resto de disco está compuesto por un puñado de temas que igual están buenos pero no sobresalientes como los nombrados anteriormente, y otros tanto que son “ahí no más” (olvidables). La producción impecable como siempre en sus discos. Tal vez un buen augurio de lo que podría venir más adelante. 3,75/5.
Y lo mejor para el final. Mejor entre comillas, porque a pesar que está bastante bien, tampoco me ha convencido del todo, tanto que me deja en la duda si lo compraría o no. Oceanía es el nuevo disco de los Smashing Pumpkins. Está claro que jamás volveremos a escuchar un Siamese Dream o un Mellon Collie nuevamente. El sonido y estilo de los Smashing, o, digámoslo bien, de Billy Corgan cambió para siempre entrado el 2000 (o el 98’)… A pesar que el disco abre con Quasar, un tema que tiene una cierta similitud a Cherub Rock, el tema con que abre el Siamese Dream. Y en realidad, el disco empieza muy bien, totalmente poderoso, cosa que se mantiene hasta la mitad del disco, hasta el tema 6; con One Diamond, One Heart y Pinwheels la cosa decae un poco: son dos temas algo insulsos y aburridos. Luego retoma el vuelo hasta el final, solo el antepenúltimo tema, Inkless decae. Hay muy poco elementos electrónicos en esta oportunidad, solo algún que otro adorno. La misma Pinwheels comienza con una secuencia muy interesante, pero es una lástima que el tema, a la mitad, gire para otro lado. ¿Y las guitarras? Las hay en gran cantidad, y eso si se agradece. Incluso en algunos temas un poco más lentos como My Love Is Winter y en The Celestials. Haciendo referencia al disco solista de Billy Corgan, está Pale Horse, me lo recuerda por las texturas que tiene. Y el tema que da el nombre al disco, también tiene en las guitarras el mismo sonido que del Future Embrace. Lo otro destacable, es que la producción, realizada por Billy Corgan, mejoró considerablemente en relación a lo que fue el Zeitgeist (2007), a diferencia de éste, aquí sí se cuidó que su voz suene bien y afinada (en Zeitgeist es un desastre). Está a punto de convencerme para comprarlo. Por ahora le doy un 4,5/5.
 

martes, julio 17, 2012

Fiesta de Disfraces


El fin de semana fuimos a una fiesta de disfraces. Un amigo celebró su cumpleaños en conjunto con otro conocido y lo hicieron con fiesta de disfraces. En un principio, con Iván estábamos decididos a no ir. Ya nos habían avisado con más de un mes de anticipación y Marcelo estaba más que entusiasmado en ir (y en que fuéramos). A mí, no me llama mucho la atención el andar disfrazándome. Al contrario, se me hace toda una complejidad el asunto. Y ahí pasamos todo el mes pensando que excusa dar para no asistir; finalmente no encontramos ninguna y en vista que Marcelo tenía muchas ganas de ir (no sé cómo tanto) y que lo teníamos medio votado, fuimos. Lo bueno fue que de paso invitamos también a la Pao, quien también es conocido del festejado y además que éste mismo nos dijo que fuéramos con quién quisiéramos, siempre y cuando, fuera disfrazado. También se sumó a última hora la Estala, así que estaba más que garantizado que lo pasaríamos bien. Me disfracé del Zorro e Iván, de Sportacus. Y que quieren que les digamos, fuimos todo un aporte a la fiesta porque fuimos los que más desorden hicieron para animarla. Hasta trencito hicimos. Dentro de los chascarros que sucedieron, bueno, me pasé a orinar una pierna del disfraz cuando fui al baño ya que me quedaba un poco grande. Grandes lluvias doradas. Por suerte pasó piola. Marcelo, por su parte, que fue disfrazado de rey, metió la capa adentro del WC. Por suerte ya habíamos tirado la cadena. Y a la Pao le llegó un “coronazo” en la nariz cuando Marcelo se agachó y enderezó repentinamente. Fue una hemorragia bien alaraca, porque en realidad fue una herida en forma de punto que no dejaba de sangrar. Ah, la Pao fue disfrazada de arbitro femenina de futbol, con faldita (ultra corta), camiseta y botas… se veía increíble, ni que se hubiera mandado a hacer el disfraz a medida. Causó sensación.
Obviamente,  que después, antes de devolver el disfraz lo metí a la lavadora, nunca tan descarado de entregarlo así como así después del percance que pasé, y bueno supongo que me tendré que preparar para ¿Halloween?