miércoles, abril 04, 2007

Algo disinto

Al fin un fin de semana diferente. Sip, porque todo lo que hicimos fue improvisado.

Lo primero, salí a celebrar mi aniversario el viernes. Invité al Iván tomar y comer alguna cosita a la Taberna (es un pub topísimo de Punta Arenas). Fuimos a eso de las 11:00 mas o menos. Hicimos un brindis por los 6 años que llevamos y porque ese mismo día recibí la noticia que me subieron el sueldo. Así que contentísimo. Estuvimos hablando de algunos proyectos para mas a futuro. En fin, tuvimos nuestro momento bien íntimo y estuvo especial. Ya serían como las 12:00, mmm, un poco antes cuando me di cuenta que habían unos compañeros de trabajo en una mesa un poco más distante, y entre ellos estaba el Marco (un amigo, que junto con su esposa, la Pao, me cachan toda la onda y conocen al Iván también). Los saludé de lejos. Y en eso, ahora si ya eran las 12:00, llegó la Pao. Venía con una cara de resignación, que ni cuento. Con el Iván le gritamos para que nos viera (bueno en realidad iba pasando casi al lado). En ese momento como que se le iluminó la cara de felicidad al vernos y se sentó inmediatamente con nosotros. Venía a buscar al Marco y no tenía muchas ganas de compartir con sus compañeros, así que fue una salvación para ella el encontrarnos. En ese rato la pasamos rebien conversando y echando la talla. En eso nos preguntó que teníamos pensado hacer después y le dijimos que no sabíamos bien, pero que teníamos free pass para la Kamikaze (en realidad teníamos 4 free pass, pero el plan era, hasta ese momento, irnos después a otro pub donde hay música en vivo, porque ir a la disco los dos solos no nos parecía muy entrete) Cuando le preguntamos si quería ir con nosotros, no lo pensó dos veces, y nos dijo que si. Le fue a avisar a Marco para que fuera también, y de ahí partimos a la Kami.

No soy muy asiduo a ir a la Kamikaze porque me carga el tipo de música que colocan. Es muy pachanguera, harto reggaetón. Con Iván comentábamos que es igual que el programa del Kike Morandé, cuico huachaca. Aparte que los tragos son recaros (3500 el ron) y son pura bebida… y llenos de hielo hasta arriba. Pero bueno, andábamos con buena compañía, y de todas formas la pasamos bien. Tanto que hemos quedado en volver a junarnos en estos días.

El sábado salimos de shopping. Más bien a comprar regalos porque aparte del suyo, le tuvimos que comprar un regalo a mi tía Marcela que estaba de cumpleaños ese día. Al final le compré un perfume, y de paso yo me compre uno igual. La chica que nos atiene es conocida de nosotros, por lo que cuando vamos siempre nos muestra un montón de perfumes. El de Iván no me acuerdo cual es… es rico pero lo encontré como muy de adulto (yo poh, el más joven). Yo me compré el Soul de Hugo Boss. Ya le había echado el ojo la vez anterior y ahora me decidí.

El cumpleaños estuvo muy bueno, me rajé comiendo pizza, empanadas, torta, pie de limón (mi dulce favorito), tomando sidra… Tanto fue, que no tuve necesidad de cenar después (acá los cumpleaños de mis familiares los celebramos con una once cena, algo así, tipín las 7:00 de la tarde).

En la noche descoordinación total, porque el Janito estaba invitado a un cumpleaños con el Michael, y tenían pensado ir a la Disco como a las 3:00. Eso implicaba que no tendríamos donde juntarnos, y habría que hacer tiempo hasta las 2:00. Así que después de pensarlo harto, con Iván decidimos ir a un pub (el Suburbio) y de ahí, si nos daban ganas, nos iríamos a la Disco. En el trayecto nos encontramos con el Rodrigo, quien estuvo inubicable todo el día. Igual le tincó acompañarnos. Estuvo repiola. De todas maneras igual como que nos faltaba hacer algo diferente, ya era mucho carrete de la onda.


 

PD: El Janito al final igual fue a la disco y nos contó que estuvo pésima.

1 comentario:

psicoso dijo...

Que bein le hace celebrara a uno los aniversarios... q mal que hay muchos que no lo hacen.. en fin.. feliz aniversario, saludos desde aca.