La próxima semana viajo para el concierto de
Madonna, el que se hará el miércoles. Viajo en el mismo día en la madrugada,
así que algo me dice que voy a andar como un zombi el resto del día. Que mal,
porque algo me dice que va a haber un
calor inaguantable. Por lo menos así fue la vez anterior cuando vino la
susodicha.
En esta ocasión, como que no estoy tan
entusiasmado como la vez anterior. Será que el disco no me gusto tanto (lo
encontré bueno, pero nada más) que me tiene sin mucha expectativas. En todo
caso, en todo este tiempo no he visto ninguna imagen el cómo es el concierto,
precisamente para que sea más sorpresivo.
Lo que lamento mucho, fue haberme perdido el
concierto de Dead Can Dance, el que fue a principios de mes. Esa si fue una
experiencia. Tal vez de aquí a cuándo volverán a venir.
Con lo de Madonna, lo otro que nos jugó un
poco en contra, fue con el tema de los pasajes. Sí es que si queríamos volver
al otro día, éste nos costaba carísimo. Cuento corto: nos volvemos el 23,
porque recién para esa fecha el pasaje bajaba de precio. Y esto implica otra
cosa, tendré que hacer mis compras navideñas estando en Santiago. Lo bueno de
esto es que posiblemente pueda encontrar variedad y buenos precios, pero algo
me dice que va a ser una locura con la gente para esos días. Es típico que el
comercio colapsa con la fiesta.
Pero lo que sí me tiene muy contento, es que
voy a aprovechar de hacerme mi regalito de navidad. Ya tengo listo mi listados
de vinilos que quiero tener.
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