Este fin de Semana Santa la pasé en Rio Gallegos (Argentina) con Iván, el Jano y Marcelo. Lo teníamos programado desde la semana anterior. Nos fuimos en bus el día viernes, temprano en la mañana. Yo andaba medio trasnochado porque fui a visitar a la Kathy en Jueves en la noche y estuvimos escuchando música hasta las 3. Hago un paréntesis para decir que está bien, viviendo sola en una casa antigua como de tres pisos.
El paseo estuvo muy bueno, lo pasamos muy bien, pero eso si, no estuvo exenta de situaciones traumáticas para mi. La primera fue en el bus mismo. Pasó que me dieron ganas de ir al baño, y no precisamente para hacer la corta, jajaja. Bueno me tuve que aguantar hasta llegar a la frontera chilena para ir al baño. Todo mal porque cobran para ocupar el baño y mas encima hay un viejujo que te da el papel. Voy a contar una infidencia, pero bueno, para eso es esto del blog ¿verdad? El asunto es que no tengo problemas para ocupar un baño ajeno y publico. No me hago rollos con eso, pero eso sí, que alguien me de el papel… me corta toda la inspiración. Así que ni modo me aguantaría hasta llegar a la frontera argentina. Allí si no hay atados de este tipo con el baño, pero mal igual porque no tenían papel. O sea, me tendría que aguantar una hora mas hasta llegar a gallegos!!!! Imposible, asi que volví lo mas rápido al bus y me puse a registrar donde el auxiliar guardaba su café y galletas. Y ahí encontré un bendito rollo. No me importó que fuera más delgado que una tela de cebolla, llegué y ni modo, me lo robé. Ahora que lo pienso empecé mal la semana santa pecando, pero bueno estaba justificado. Esa fue mi primera experiencia traumática, ah, además fui el ultimo en subirme al bus así que creo que no pasé para nada piola.
Lo otro que nos pasó es que por poco me quedó atrapado en Gallegos. Tenemos la costumbre cada vez que viajamos de comprar siempre el pasaje de regreso allá porque sale mas barato. A penas nos bajamos de bus vamos a comprar el de regreso, pero en esta ocasión nos falló el rito. Cuando fuimos nos dijeron que quedaban solo para el Lunes. Los cuatro quedamos plop porque hasta el lunes implicaba faltar ese día al trabajo de cada uno. A mi no me quedaría mas que enviarle un correo electrónico al mi Jefe diciéndole que no se enoje, que apenas llegue me pongo a trabajar como loco y que le llevo un regalito. No compramos ningún pasaje porque pensamos mejor esperar hasta el otro día, haber si de repente disponían de algún bus de refuerzo. Y para suerte de nosotros así fue.
Nos quedamos en una habitación cuádruple aunque tan así no era; tenía dos habitaciones separadas dentro, un baño y algo así como un vestíbulo. La parte la pieza con la que nos quedamos con Iván era la más grande, obvio. El vestíbulo no lo usamos casi nunca porque de todas maneras era más cómodo estar en la pieza de nosotros. A parte que al Marcelo con el Jano les dio todo el infantilismo, porque se andaban empujando de la cama a cada rato, con colchón y todo. Ya veía que nos vendrían a retar por el desorden.
El Jano con el Marcelo me reclamaron que los hice comer demasiado (otra vez para el Jano) y que gastaron mucha plata en esto, Jajaja. En realidad como que no estaba tan barato para comer. Nos alcanzó la plata justa durante los días que estuvimos. Fuimos al Super Quick, que resultó super caro (ya no está como antes), al Pizza Express, igual de caro y mas encima malo. Ahí me comí unas empanadas, lo más barato que había, porque por el precio de las demás cosas, me convenía haberme ido al Tenerdo Libre. Malísimas y mas encima del tamaño de un canapé. Lo mejor de todo fue el 18 Horas, al que fuimos recién el sábado porque el viernes santo estuvo cerrado. Ahí si nada que decir. Muy rico… la dieta de nuevo a las pailas con la platada de ñoquis que comí.
Salimos los dos días. El viernes tuvimos la intención de ir a la Camelot, pero cuando llegamos, nos encontramos con que estaba cerrada igual. El taxista nos recomendó que fuéramos a un "boliche" donde igual se puede bailar. Super bueno, aunque antes de las 3:30 no pasó nada de nada. Recién a esa hora se llenó. Y el sábado, ahí sí fuimos a Camelot. Estuvo buena pero no pasó nada extraordinario… parece que llegó la tele o algo así porque andaban gravando. De ahí, 5:30 y de vuelta al hotel para el otro día tomar el bus salvador.