miércoles, mayo 19, 2010

La Jackson

La semana pasada tuvimos un encuentro del tercer tipo en la disco. El jueves estuve en la ciudad (da la impresión que vivo en el campo) y aproveché la ocasión de ir a ver que onda con la disco que los jueves funciona como "alternativa" (estoy convencido que tarde o temprano se va a convertir en 100% gay). Iván va casi todas las semanas y me cuenta que aquí va mucha gente "nueva" y que también están casi todos los "desaparecidos" de nuestra generación. Tanto así que precisamente, este jueves cuando fui, vi a la Jackson. My God. Mas encima se me acercó a preguntarme por mi apellido; andaba medio confundido. Debo aclarar que nos somos amigos de él, e incluso yo creo que ni se acuerda de nosotros tampoco, pero por esas cosas de la vida, que aún no me lo explico, compartimos con él un par de ocaciones. Y la historia es así. En un tiempo remoto, por ahí... finales del 2000, cuando no existían locales donde juntarse y todos éramos un gran y único grupo (tal vez unos 20, muy distinto a mi actual grupo de amigos) y yo recién venía conociendo este mundillo, alguien conoció a la Jackson por ahí. Nunca supe su nombre y los demás chicos tampoco, pero internamente le llamamos así porque usaba el pelo largo y ondulado, dejándose un mechón coqueto en la frente. La Jackson era... marginal, tenía toda la pinta de no ser de muy bien vivir. Esa vez que lo conocimos, fuimos a su casa a pasar el rato. Con los que quedamos de ese grupo, cada vez que nos acordamos pensamos como fue que nos fuimos a meter ahí.
Lo chistoso de todo esto es que a pesar que era machito (incluso después supimos que era pandillero) le gustaba travestirse, jajaja. Nos mostró unas fotos donde aparecía con botas bucaneras y mini. My God. Le faltaba la pura cartera y pararse en una esquina, jaja. Noo, muy mal. Atroz, mas encima que tenía un diente parchado.
Alcanzamos a ir dos veces a esa casa. La "amistad" no terminó muy bien porque al final, la loca esta, nos terminó estafando, jajaja. Por eso no exagero en decir que era medio delincuente. A la Jackoson se le ocurrió que hicieramos un asado en su casa para lo que se ofreció de tesorero. Ufff, craso error porque al final cuando ya la plata se había reunido (y era harta) no compró ninguana cosa. Anda a saber que hizo con la plata. Luego se desapareció una semana. Pasó un poco de tiempo y a alguien se le ocurrió ir a cobrarle el dinero a su casa, recibiendo en respuesta una reacción bastante violenta de su parte. Después de todo, no era tan loca como pensábamos. En fin ahí termino todo. Es más, me acuerdo que en otra oportunidad amenazó a alguien con un cuchillo. Así que como digo, era bastante de mal vivir.
El jueves pasado después de encontrarnos con él en la disco, nos estuvimos riendo harto acordándonos de toda esta historia. Uno de nuestros amigos tiró la talla de que tal vez la Jackson se acercó a nosotros para decirnos "amiga, aún los estoy esperando para el asado en mi casa y aún está la carne en el refrigerador desde el 2000), jajajaja.

1 comentario:

IGNACIORE dijo...

Acá mis amigos, cuando no había lugares de reunión, había una tendencia a reunirse en esos barrios alejados, y más de una vez daban con gente de mal vivir.
Yo iba, pero por otros motivos (estaba lleno de chicos muy bien dispuestos je je)
De todas formas, recordar esos tiempos en que uno andaba por esos lugares puede ser muy divertido por las locuras que uno hace, o a las que es arrastrado cuando es más joven!