miércoles, junio 09, 2010

Damnation (2003)

A pesar del título del disco, éste no es tan funesto como pareciera, así que no hay de qué alarmarse. De todas formas es oscuro y un tanto lúgubre, pero es del tipo reconfortante, de esos en los que encuentras protección, tal vez consuelo, y porque no, descanso.
Damnation es el séptimo álbum de Opeth, y es además el más distinto de toda la discografía. Si bien la música de Opeth gira principalmente en torno al death metal, acá el disco es completamente progresivo, siendo el más tranquilo de todos y el de más fácil acceso.
A que suena? pues predominan la guitarra acústica y mellotron, que le da un toquesito extraño, medio antiguo.
Lo increíble que tiene es lo bien unido que está la música con las letras, como es el caso de Death Whispered a Lullaby, donde se te muestra un mundo de luciernagas y un bosque en cuya profundidad se ocultan las almas perdidas, pero que con la musicalización, en parte acústica,resulta como una invitación en la cual no hay nada que temer.
Sorprendente es el tema final también, Weakness, una pieza sumamente simple, de una tranquilidad que asusta, y que en parte es a la vez lúgubre, acentuado por el sonido del mellotron, y cuyo final es por decir lo menos, trágico. Ahí para echar a volar la imaginación de que es lo que pasó.

Pero si de letras se trata, me quedo con la parte final de Closure, que creo es la que representa toda la esencia del disco: "In the rays of the sun, I am longing for the darkness".

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