Fever Ray (2009)

Si hubo un disco que me acompañó el año pasado y parte de éste, ese fue el de Fever Ray, disco debut en solitario de Karin Dreijer Andersson (la mitad de The Knife). Pop oscuro como la noche, cálido como estar al lado de una fogata.

Karin compuso el disco durante las noches en que sufrió de cuadros de insomnio a causa del nacimiento de su segundo hijo. Es por ello que el disco se presenta como una representación del estado de somnolencia, donde se mezcla la realidad con lo onírico, y en el que se plasma el miedo y las angustias al querer construir un hogar seguro para sus hijos. Cada tema es como un pequeño cuento de terror infantil. En lo personal, donde es tan onírico, me da la sensación que muchas de las canciones hablan de fantasmas: ¿Quien es el que está afuera junto a la ventana chupando bayas en Triangle Walks? o ¿Quien es el amigo con que una niña de siete años habla por teléfono en Seven? Y en Keeps The Streets Empty For Me, ¿Por qué dice que nunca desaparecerá y siempre estará allí?

Su sonido está muy unido con la naturaleza, sobretodo, con los sonidos nocturnos, de insectos, aves y otras criaturas del bosque y mucho sonido a madera. De ahí que se siente como un álbum cálido y orgánico.

Fever Ray nos muestra con este mundo que el pop no es solamente para bailar, sino que también puede ser oscuro, y que esta a su vez, puede ser acogedora.