Si hay un disco que me ha marcado en mi vida, que me indentifica totalmente, ese es éste. Llegó a mi en el 94', y desde entonces me ha acompañado y me ha servido de apoyo para mantenerme arriba. Expresó todo lo que podía sentir durante mi adolescencia; enojo y frustración, y por supuesto, el sentimiento de ser diferente, así como también amor y, sobre todo, esperanza.
Extrañamente, Siamese Draem fue producto del desastre total. Cuando los Smashing Pumpkins entraron en el estudio, estaban pasando por una crisis severa; el guitarrista James Iha y la bajista D’arcy habían terminado su relación de pareja recientemente, el baterista Jimmy Chamberlin estaba pasando por una fuerte adicción a la heroína, y Billy Corgan quien tubo que encargarse de tocar todos los instrumentos, excepto la batería, estaba sumido en una profunda depresión. Un panorama nada auspicioso, pero que dio como resultado un disco magnífico y perfecto de principio a fin (lo tengo presente dentro de los 10 mejores discos que he escuchado en mi vida).
La música que contiene mezcla a la perfección riff metaleros aceleradísimos con pop melodioso y sicodelia espacial. Precisamente esa contraposición de lo pesado y ruidoso con la fragilidad y suavidad de las melodías es lo que más llama la atención. Es el caso de Cherub Rock y Quiet, la primera con un sonido muy Black Sabbat, y la segunda un tema vastante acelerado, pero ambas con una melodía vocal mas lenta, y aún más suavizada con la interpretación de Billy Corgan.
Se me queda en el tintero Geek USA, la que sí se acerca mucho mas a algo más heavy.
Con más toque pop están la aparentemente alegre Today, la acústica y atemporal Disarm, adornada a la perfección con campanas y violines, y las dos baladas "corta venas", Soma, que trata de una ruptura amorosa (la parte explosiva del tema la vuelve aún más dramática), y Mayonaise, mas calmada pero igual de conmovedora (Well, no one knows Where our secrets go; esta es mi parte favorita de la letra).
Lo sicodelico está presente por los pequeños detalles que contiene y sobretodo por secciones muy a lo Pink Floyd, como es el caso de Hummer (la parte en que pregunta si el amor es real con la atmosfera volatil y espacial es simplemente hermosa) y la parte central de Silver Fuck.
Influenciado por el Loveless de My Blody Valentine, incluye también muchas pistas de guitarras y su buena dosis de saturación y de distorsión; Rocket suena espesa, casi plana en su superficie, pero por debajo está toda la melodía. Y si de ruido se habla, el final de Silver Fuck es lejos el final de una canción que más impactado me ha dejado.
3 comentarios:
Precisamente mi disco favorito de los Pumpkins, estate atento que dicen que en breves sacan disco.
Besos.
justo hace unos dias recupere Disarm para el proyecto de "La Banda sonora de lo que vivi"...saludos
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