lunes, noviembre 29, 2010

De Niñeros

El sábado estábamos haciendo nuestra siesta de costumbre después de haber almorzado cuando sonó el celu de Iván. Era su sobrinito que le estaba haciendo recuerdo de que se había comprometido a ir a buscarlo para traerlo a la casa a tomar once. Como ya eran casi la 6 de la tarde (ojo que la siesta empezó como a las 4), aproveché de ir al gym mientras Iván pasaba el resto de la tarde con él. Para la noche teníamos pensado juntarnos con el Marcelo y el Pablo y salir a alguna parte. Mucho panorama no teníamos en todo caso.
Bueno el asunto fue que yo estaba haciendo mi rutina en el gym cuando depronto llegó Iván y me dice que teníamos un problema. Al preguntarle que había pasado me cuenta que fue a buscar a su sobrino, pero para sorpresa de él, lo estaba esperando con su mochila preparada para quedarse a dormir. Resulta que su familia estaban todos invitados a un casamiento y no tenían con quien dejar encargado a su sobrino. Era una emergencia, así que ni modo, nos quedaríamos en casa de niñeros. Ahí murió todo el carrete.

Mientras yo estaba aún en el gym, Iván aprovechó de darle once y jugar con él a la pelota en la casa. También alcanzó a comprarle cena, así que cuando llegué yo teníamos un pollo asado para comer.

A su sobrino le encantó la casa. Era la primera vez que venía.

El show vino cuando empezamos como lo haríamos para dormir. Al final él se adueñó de nuestra cama porque tiene televisión en la pieza. Para dormir necesita tener televisión. Salimos perdiendo, porque con Iván nos tuvimos que ir a la pieza de invitados donde hay una cama nido. Pero dormimos más o menos no mas... nos constó un mundo quedarnos dormidos; a mi me molestaba la almohada porque la encontré muy alta, y a Iván, como durmió en la cama de abajo, le llegaba la luz que entraba por entre la persiana. A esto sumémosle que ronqué un poco para variar (ya no es tanto por suerte y hoy el doctor me dijo que tengo sinusitis para lo que estoy tomando un antibiótico)
Al otro día, se nos ocurrió salir de compras en la mañana para así darle una vuelta a su sobrino
y fuimos a comprar los adornos navideños para el árbol... que aún nos está faltando comprar.
Después del almuerzo lo fuimos a dejar a su casa ya que teníamos que hacer despúes. Estuvo entrete todo lo sucedido. Además que se fue muy contento, lo más importante. Y eso nos dejó felices igual.

5 comentarios:

Christian Ingebrethsen dijo...

Puffff, yo con los niños no tengo mano ni paciencia así que por suerte nunca me los suelen dejar para que los cuide.

Besos.

Unknown dijo...

je, pues entonces no fueron tan malos niñeros, ahora a cuidar de que nos los agarren de guardería! saludos!

Anónimo dijo...

jaja qué xvr, algun dia tambien quiero que me agarren de niñero! Aunque prefiero tener los mios.

He leido algunas de tus antiguas entradas, me agrada el estilo y paciencia con el que decoras tu casa, los regalos a tu sobrino, etc.

Te sigo!

Romek Dubczek dijo...

Vaya con ivan. Y si no hay tele se queda en vela toda la noche?

Alforte dijo...

Estaís hechos unos padrazos!!!!!
saludos