Treinta y Tres

Efectivamente, estuve de cumpleaños el 9, pero estuve de viaje por lo que no pude escribir nada al respecto. Gracias por preguntar y saludar. He cumplido 33, un número vastante especial como dicen algunos.
El día de mi cumpleaños lo pasé en Santiago. Viajé nuevamente por el trabajo, pero esta vez con tres compañeros de trabajo. Nada del otro mundo; tenía la intención de haber aprovechado de traer cosas para la casa, pero lo único que conseguí fue un florero (muy lindo por cierto).
Mi cumpleaños lo celebré ayer sábado. Estuve apunto de no celebrarlo ya que volví el mismo sábado a las 2 de la tarde, con lo que me quedaba muy poco tiempo para programar algo. Pero igual no más me organicé estando en Santiago, con la ayuda de Iván por supuesto, quien se encargó de comprar las cosas. También me ayudó mi mamá, mi abuela y el Marcelo (me trajo un pie de limón muy rico que cocino su mamá).
Lo hice tipo coctel, con varias cosas para picar, nada complicado. Lo único que me falló fue la pizza, que es lo que le encargué a mi mamá... Le pedí que me preparara una pizza de atún (es mi favorita). La idea era que comprara las cosas y la hiciera en mi casa, pero pasó que compró una sola lata de atún con la que no alcanzaba a cubrir ni un cuarto de la pizza. Yo en mi refrigerador tenía una lata de sardina con tomate que había comprado con Iván para probarla hace un tiempo (de repente nos viene la chanchería y compramos cosas medias escalofriantes para comer, jajaja), y le dije a mi mamá que se la colocara también a la pizza, total igual era pescado y mas encima ya venia con la salsa de tomate. Cuento corto, quedó tan fuerte de sabor que nadie se la pudo comer; el fiasco mas grande de la noche.
Lo otro bueno que pasó, es que también vinieron mis amigos que estaban separados del grupo (justo hace un año ya de eso). Así que también tuvimos reencuentro y es de esperar que sigan así las cosas.
Cuando ya se fueron la tia Teru y mi mamá y solo nos quedamos con los chicos, a eso de las 1:30, se vino la previa para salir a la disco. Allí recibí más saludos de otros amigos y conocidos. Ahhh, entramos gratis porque justo cuando llegamos, había un disturvio y la situacion estaba media confusa, por lo que ingresamos y nadie se dio cuenta.
Y al final, cuando terminó el baile, volvimos de nuevo a mi casa con los chico para un after, pero de café y té para reponer la caña, y de paso terminar de comer la torta.