Siempre he pensado que para usar un short de
lycra se deben cumplir una de esas dos condiciones: tener buen físico (sobre
todo buen trasero) y, tener personalidad, porque a veces pasa eso, que a veces
no se cumple con lo primero y uno se dice ¡Dios, como se atreve a usar eso!
En fin, yo igual uso de estos, pero debajo de
otro short para no mostrar tanta pierna; es típico que dependiendo de la
postura el short se sube por la pierna, dejando ver más de la cuenta (peligro
que se te vea el calzoncillo).
Bueno, el asunto es que hace algunos días me
pasó que llevé solo el short de lycra. Cuando llegué al gym y me empecé a
cambiar, ahí recién me di cuenta que no había puesto en mi bolso el otro short.
Y he aquí el cuestionamiento que me hice, porque se me presentó el tremendo
dilema de ir a la sala de pesas con el short de lycra puesto. La verdad de las
cosas es que pensé que llamaría demasiada la atención, sin mencionar lo gay que
imaginé que me vería. Fue todo un dilema. Se me ocurrió como alternativa dejarme
puesto los jeans… tampoco me convencía del todo. Habré estado un buen rato en
el camarín decidiendo que hacer. Finalmente me decidí por el jeans; no me dio
la personalidad como para salir con solo el short.
Pero que quieren que les diga, el jeans
tampoco fue lo más apropiado. Cuando me paré frente al espejo de lo primero que
me acordé fue de los vedetos de los que siempre hablo, y que por cierto, hace
ya un buen rato que no se ven. Es que estos tipos siempre llegaban así, en
jeans. Igual mal.
No fue precisamente el mejor look… En ese
caso, el short hubiese sido lo más apropiado, pero definitivamente no me dio el
“cuero” como para andarme paseando así. Y por cierto, me saco el sobrero por
los que usan esto, aunque se vean mal.
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