Al final me corrí olimpicamente de la tallarinada. Iván me convensió de no ir.
Fuimos al cumpleaños de mi sobrino. Estuvo super entretenido, tanto para los cabros chicos como para mi, porque estuve jugando taca taca y me subí a un toro mecánico que habia en el local. Eso estuvo rebueno. En todo caso no fui el único de los adultos presentes que se subió. También lo hizo mi hermana, el Pablo (su participación fue mínima arriba), la hermana de mi cuñado y otros invitados más. Obviamente fui el que más duró arriba (me lo colocaron a todo full). Jajaja. Me sentí como lo vaqueros de Secreto en la Montaña. A todo esto mi mamá la está viendo pero creo que aun no la termina.
Del listado que me dió, le regalé los autos, pero le agregé una pista.
Después del cumpleaños (terminó a las 11:00), nos fuimos directo a la casa del Jani. Nos juntamos con el resto de la patota y después nos fuimos a bailar a la disco.
Nada del otro mundo. Estuvo buena pero nada interezante.
Me fui a mi casa esta vez. Es que últimamente está costadno mucho salir de la casa de Iván, aparte que parece que su mamá me cachó la última vez que me quedé a dormir cuando me estaba escapando por el patió. Así que para evitar líos optamos que yo me fuera a mi casa no más.
Eso sí, al otro dia Iván fue en la tarde, almorzamos juntos y luego hicimos nuestra respectiva siesta como de costumbre.
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